En el último Informativo semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario se publicó un informe en el que se analizan los distintos factores que podrían generar escenarios de subas o bajas en las cotizaciones del Mercado de Chicago. Además, se analiza cómo pueden incidir en las cotizaciones de los commodities agrícolas en nuestro país.
Saber si se mantendrán o no firmes los precios internacionales de los granos en el futuro, es una de las preguntas que más se formulan los analistas del mercado granario y economistas en Argentina. Esto se debe a la implicancia que tiene para nuestro país las exportaciones de granos, aceites y subproductos en la generación de divisas, la obtención de recursos fiscales vía derechos de exportación y otros impuestos y en la tasa de crecimiento del PBI local.
Aunque resulta complejo predecir con exactitud la evolución futura de los precios, la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR publicó un artículo en su último Informativo semanal en el que se analizan algunos factores coyunturales y estructurales que podrían generar escenarios de subas o bajas en las cotizaciones del Mercado de referencia de Chicago.
Entre los factores positivos que permitirían pensar en el sostenimiento en el tiempo de precios interesantes para los granos, aceites y subproductos que Argentina produce y exporta, el informe destaca, por un lado, la elevada demanda de granos, harinas y aceites por parte de países con gran población que está cambiando sus hábitos alimentarios. Es
evidente que la demanda de granos, aceites y subproductos de Argentina está sustentada en las compras de países con poblaciones importantes que están saliendo de la indigencia y la pobreza. Esta semana, la consultora Oil World, indicó que las importaciones de soja de China en el período septiembre 2011/agosto 2012 probablemente asciendan a 58,5 millones de toneladas frente a 52,85 millones que se registraron en la campaña 2010/11.
La alta utilización de maíz para la producción de etanol por parte de la economía estadounidense, es otro factor positivo. A priori, podría afirmarse que esta demanda del cereal para energía es un elemento clave para que el precio internacional del maíz se sostenga con altos precios en el tiempo. Como consecuencia de esto, también se suma la caída de los stocks finales de maíz a nivel mundial.
En sintonía con el punto anterior, la utilización de la soja como biocombustible también es un factor positivo para el sostenimiento de precios interesantes para los granos. Hace unos meses, existió una gran preocupación por la caída de compras chinas de aceite de soja a Argentina. Este factor negativo tendería a moderarse en el tiempo por el creciente uso de la soja para la producción de biodiesel. Si se observa el crecimiento de las inversiones en Plantas de Biodiesel en nuestro país, Argentina es hoy el 4° productor Mundial de Biodiesel y principal exportador mundial de este bien. Se trata de un negocio que representa entre 1.300 a 1.500 millones de U$S de exportaciones para nuestro país.
Por último, el informe de la BCR sostiene las perspectivas climáticas en Argentina y Brasil con un escenario de lluvias por debajo de lo normal en los próximos meses pueden impactarían sobre la productividad de los cultivos, por lo que habrá que evaluar su efecto sobre los precios internacionales.
Factores potencialmente bajistas
Entre los aspectos coyunturales y estructurales que podrían generar bajas en los precios internacionales de los granos, el informe destaca la evolución de la crisis financiera internacional como punto a considerar. En este sentido, Argentina depende del crecimiento de la economía mundial para que le sean comprados sus productos, especialmente los derivados del complejo agroindustrial.
De continuar la crisis europea podrían presentarse escenarios negativos de desaceleración de la economía mundial y por ende del comercio internacional. Un escenario recesivo de esta naturaleza podría impactar negativamente en el precio internacional de los granos y por efecto combinado de precios y cantidades, caerían las exportaciones argentinas y se resentiría el crecimiento económico argentino para el 2012.
Otro punto negativo está vinculado con el G20 y la posición francesa de regular y controlar el precio de las materias primas y alimentos. Las fuertes fluctuaciones en los precios de los commodities granarios que se han registrado en los últimos años y la tendencia alcista en dicha volatilidad han sido tema de debate en los principales foros internacionales, tanto de carácter político como académico. El aumento en los precios de los alimentos, su impacto
sobre los índices inflacionarios de los distintos países y el alto crecimiento de la población mundial, han sido y son preocupaciones permanentes de los líderes políticos de diversas naciones avanzadas, entre ellas Francia.
Las nuevas regulaciones a los fondos especulativos en los mercados de futuros estadounidenses son tema de preocupación a la hora de analizar escenarios para los precios de los commodities agrícolas. La Comisión de Comercialización de Futuros de Materias Primas (CFTC) de los Estados Unidos lanzó en la presente semana una serie de medidas tendientes a reducir la especulación en los mercados de futuros y opciones de materias primas tendiente a limitar el número de contratos de futuros y “swaps” que puede tener un único operador. Por la importancia que tiene el Mercado de Chicago como referente para los precios locales, más regulaciones y salida de inversores especulativos, esta como otras medidas similares podrían llegar a impactar negativamente sobre los
valores domésticos de los granos que produce Argentina.
Por último, el informe señala que la revaluación de la moneda estadounidense respecto del Euro y la evolución de los precios del petróleo debe ser un punto a tener en cuenta ya que el precio de estos activos está íntimamente ligado a lo que suceda con la crisis financiera
europea. De no existir una normalización en la crisis económica europea, a pesar del elevado déficit fiscal y deuda pública que tiene Estados Unidos, los inversores seguirían confiando más en la moneda y en los bonos norteamericanos. La persistencia de este escenario, a priori y sin computar otros factores, no favorecería el sostenimiento de precios altos para los granos.
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