“La Niña” persiste y hay importante riesgo para la soja y el maíz

“Las altas temperaturas y falta de lluvias están afectando al avance de la campaña gruesa, lo que hacen prever reducciones en la producción de soja y maíz de la nueva cosecha”, sostiene el informe.

También señala que los efectos del fenómeno climático de “La Niña” se están notando, sobre todo, en la región Sur de Santa Fe, Centro y Norte de Buenos Aires y Sudeste de Córdoba”.

Además, “los montos de precipitaciones acumulados en el período comprendido entre el 1 y el 23 de diciembre no superan los 20 milímetros en gran parte de la región, afectando la recarga de agua del suelo en la principal zona de cultivos de Argentina”.

El organismo pronostica que “a este panorama se suma que los montos de lluvia no sufrirán modificaciones en los próximos días, ya que no se esperan precipitaciones en la región hasta fin de año”.
Además, las altas temperaturas favorecerán la evapotranspiración y la consiguiente disminución de la humedad en el suelo, según el informe. La zona más afectada es el Norte de la provincia de Buenos Aires, el Sur de Santa Fe y Este de Córdoba.

El panorama agropecuario elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires destaca que gran parte de las lluvias de los últimos siete días se concentraron sobre Entre Ríos, el sector oriental del Núcleo Norte, sectores del Centro Norte de Santa Fe y principalmente sobre las provincias norteñas del NOA y NEA.

En todas estas regiones se relevaron progresos de siembra de soja que sumados a los avances en las zonas Centro, Sur y Este de Buenos Aires elevan el área cubierta a nivel nacional a un 80,6% de las 18.850.000 hectáreas prevista para la actual campaña.

En números absolutos se sembraron 15,2 millones de hectáreas de soja, lo que refleja un progreso semanal de 5 puntos porcentuales. Con un panorama algo más crítico se encuentra sectores de Córdoba, La Pampa, Oeste y Norte bonaerense y Sur de Santa Fe, debido a la condición de estrés hídrico que presentan.

Esta condición no solo frena el desarrollo de los cuadros implantados de soja, sino que también interrumpen el progreso de siembra sobre lotes pendientes.

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Aumentar la eficiencia en los sistemas pecuarios

La producción intensiva tiene la clave para alimentar a las ciudades en crecimiento, pero es indispensable mejorar el uso de los recursos naturales y el desempeño ecológico.
Para el año 2050 una población mundial más numerosa consumirá dos terceras partes más de proteínas animales que hoy, con más presión sobre los recursos naturales del planeta, indica un informe de la FAO publicado hoy.

El crecimiento demográfico y el aumento de los ingresos están atizando una tendencia actual hacia un consumo mayor per cápita de proteína animal en los países en desarrollo, expone el informe World Livestock 2011: Livestock in food security (Ganadería mundial 2011: el ganado en la seguridad alimentaria). Se prevé un aumento del consumo de carne de casi el 73% para el año 2050; el consumo de productos lácteos crecerá un 58% respecto a los niveles actuales.

Gran parte de la futura demanda de la producción pecuaria -especialmente en las ciudades en acelerada expansión de todo el mundo, donde se está produciendo la mayor parte del crecimiento demográfico- se satisfará a través de operaciones en gran escala de cría intensiva de animales, puntualiza el informe. Y añade que, en las condiciones actuales, no hay alternativas técnicas ni económicas viables a la producción intensiva para satisfacer la demanda de productos pecuarios de las ciudades en crecimiento.

Pero esos sistemas son motivo de preocupación debido a sus repercusiones ambientales, como la contaminación de las aguas subterráneas y las emisiones de gases de efecto invernadero, así como por su potencial patológico, advierte el informe, y añade que es urgente reducir los efectos ambientales de la producción intensiva.

La FAO señala que, a partir de los conocimientos y la tecnología de hoy, eso podría lograrse por tres vías: reducir el nivel de contaminación generado a partir de los residuos y gases de efecto invernadero; reducir los insumos de agua y cereales necesario para la producción de proteínas animales; y reciclar los productos agroindustriales secundarios a través de las poblaciones pecuarias.

La única forma de satisfacer la demanda es aumentar la eficacia

El aumento de la producción pecuaria en los últimos 40 años se debió principalmente a un aumento del número global de animales en cría. Pero -añade Ganadería mundial 2011- es difícil imaginar cómo se podría satisfacer la demanda prevista duplicando la cría de aves de corral, aumentando un 80% la de pequeños rumiantes, un 50% la de bovinos y un 40% la de porcinos, con la misma cantidad de recursos naturales que se utilizan hoy.

Más bien, el aumento de la producción tendrá producirse logrando que los sistemas pecuarios convirtieran con más eficiencia los recursos naturales en alimentos y produjeran menos residuos.

Para esto, es necesario invertir capital, dar apoyo normativo y un marco de reglamentación.

La sanidad animal es decisiva

Hay además otros desafíos que también deberán afrontarse, como la sequía, la escasez de agua y otras repercusiones relacionadas con el clima -por no mencionar el peligro de las enfermedades de los animales, algunas de las cuales pueden ser una amenaza directa para la salud humana-, que tendrán que tratarse con sumo cuidado al intensificar la producción pecuaria.

Los sistemas de producción intensiva, y aquellos que invaden ambientes forestales o zonas periurbanas sin la higiene adecuada, son un caldo de cultivo para nuevas enfermedades — y la gestión de muchos de esos sistemas es negativa para la salud y el bienestar animal, explica el informe.

Y añade que no basta derramar recursos para afrontar las amenazas urgentes de enfermedades de hoy, sino que es necesario financiar la vigilancia de las enfermedades y la investigación epidemiológica a fin de anticipar futuras enfermedades en los países que producen el grueso de los alimentos de origen pecuario.

Ganado y seguridad alimentaria

Desde 1967, la producción mundial de aves de corral ha aumentado un 700%. También otros productos presentan un gran incremento, como los huevos (350%), la carne de cerdo (290%), la carne ovina y caprina (200%), la de vacuno y de búfalo (180%) y la leche (180%).

Los productos pecuarios hoy aportan el 12,9% de las calorías que se consumen en todo el mundo – un 20,3% en los países desarrollados. Su contribución al consumo de proteínas se estima en 27,9% en todo el mundo y 47,8% en los países desarrollados.

Sin embargo las tendencias mundiales no son uniformes. En muchos lugares no ha aumentado la producción y el consumo de proteína animal no ha crecido entre las comunidades pobres y vulnerables, señala la FAO. La producción se ha incrementado rápidamente en Asia oriental y sudoriental, así como en América Latina y el Caribe, pero en el África subsahariana el crecimiento ha sido lento.

El informe indica que en África, el consumo promedio de proteínas de origen animal es inferior a una cuarta parte del consumo de las Américas, Europa y Oceanía, y representa el 17% del total del consumo recomendado de proteínas, indica el informe de la FAO. En cambio -prosigue-, en 2005 el consumo de proteínas animales en las Américas, Europa y Oceanía satisfizo entre el 78% y el 98% del total de las necesidades de proteínas, lo que revela un consumo excesivo de productos pecuarios.

Pero en el mundo en desarrollo, el ganado y los productos pecuarios pueden hacer una contribución decisiva a la seguridad económica de los hogares, a la seguridad alimentaria y la nutrición.

Un consumo hasta de pequeñas cantidades de alimentos de origen animal puede mejorar el estado nutricional de las familias de bajos ingresos. La carne, la leche y los huevos proporcionan proteínas con una gran variedad de aminoácidos y micronutrientes como el hierro, el zinc, la vitamina A, la vitamina B12 y el calcio, nutrientes de los que muchas personas malnutridas tienen carencia.

Para las comunidades de pastores que dependen del ganado, como las del oriente de África -indica el informe-, las prioridades deben ser aumentar la contribución del sector a la seguridad alimentaria mediante el restablecimiento de los pastizales degradados y administrarlos mejor; fortalecer los servicios de sanidad animal, y esforzarse más en ayudar a los productores pecuarios a hacer llegar sus animales y sus productos al mercado.

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Mercado de vacunos: venta lenta y precios bajos

En rotunda contradicción con los pronósticos que indicaban para el último mes comercial del año una disminución de la hacienda terminada para faena, y consiguientemente, un posible ajuste en alza de los precios, el Indice Novillo, de $ 7,834, anotado esta semana en el Mercado de Liniers indicó una diferencia negativa del 12,14% respecto del indicador de $ 8,916 del miércoles 9 del mes pasado.

En un segmento con notorias dificultades para ordenar las faenas, en virtud de los feriados, los operadores que abastecen al comercio minorista de la Capital Federal y de diferentes zonas del Gran Buenos Aires actuaron con mucha prudencia e impusieron una tónica que varió de encalmada a floja.

Es que con 20.702 cabezas encerradas en las jornadas que se recuerdan -los remitentes adelantaron los despachos al recinto, particularmente el martes, cuando sumaron 11.251 vacunos, stock sólo superado el martes 11 de enero con 13.136 animales-, la competencia no pasó de discreta y las cotizaciones se fijaron con tendencia negativa para las diferentes categorías y clasificaciones.

Los novillos

Con una participación en los envíos del 12,39 por ciento sobre el total, equivalente a 2554 novillos, la categoría más emblemática de la especie debió comercializarse con invariable tranquilidad, incluso conviniendo valores calificados no más que aceptables, aun para los lotes de buena calidad y preparación.

A continuación se detallan los promedios corrientes vigentes el miércoles cuando, a pesar de disminuir la entrada a 4563 animales, la plaza no alteró las características antes mencionadas. Entre paréntesis se reflejan los valores correspondientes al miércoles 9 de noviembre: $ 8,80/9,20 ($ 9,10/9,50) por livianos de 431/460 kg; $ 8,70/9,10 ($ 9/9,40) con 461/490 kg, y $ 8,60/9 ($ 8,90/9,30) con 491/520 kg.

Cabe apuntar que de enero a la fecha ingresaron al recinto 1.173.223 vacunos, frente a las 1.214.946 cabezas de igual lapso de 2010. El Indice Novillo fue de $ 8,185, contra los $ 6,445 anteriores. Con esa diferencia del 27% se deberán solventar costos de explotación que los productores expresan haberse incrementado notablemente.

Para negocios concertados por la vía directa, con novillos trazados destinados a exportación, se pactaban el miércoles $ 16,30/16,50 por kilo de carne para jaulas de no más de 500 kilos de promedio. Excediendo ese techo, se reportó $ 16, con moderada demanda. El novillito/novillo tipo supermercado podía canalizarse entre $ 16 y 16,20 por kilo de carne.

Hacienda liviana

Resultó de nuevo significativa la remisión de haciendas del tipo consumo liviano, pues con 13.331 cabezas, sobre un total vendido de 20.616, representaron el 64,66%, con preponderancia de los novillitos, con 5969 animales; luego los terneros, con 5815, incluidos los de feedlot , y las vaquillonas, con sólo 1547 cabezas, apenas el 7,50 por ciento del total.

Los remates tuvieron trámite corriente sólo para los conjuntos especiales, y en éstos, particularmente para los machos de 360/380 kilos, sobre los que gravitaron los frigoríficos consumeros y los titulares de matrícula que hacen repartos en el segmento minorista.

Los promedios corrientes oscilaron de la siguiente forma: en novillitos, $ 9/9,60 con 351/390 kg y $ 8,90/9,40 con 391/430 kg; por hembras medianas de 351/390 kg, $ 8,50/9 y $ 7,40/8,30 por las de 391/430 kg, y en terneros, $ 9,60/10,20, salvo cuando se trató de lotes de mediocre preparación, que se colocaron en $ 8,40/9,30.

Con laboriosidad y en valores bien castigados por carecerse de efectiva demanda entre los frigoríficos, se concretó la negociación de todas las clasificaciones de vacas, que con 4158 animales, constituyeron el 20,17% de los ingresos. Las de mejor conformación se cotizaron el miércoles en $ 6,20/6,80 y las regulares en $ 4,70/6,10, en tanto que en el tipo conserva, por las buenas, encarnadas, se obtuvieron $ 4,30/4,70 y por las inferiores $ 3,50/4,30.

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Estimación del consumo de bovinos en pastoreo

Determinar cuánto come un animal de los diferentes alimentos que le son suministrados es una herramienta que ayuda a aumentar la eficiencia de conversión de dichos alimentos en producción secundaria (carne, leche, lana, etc); pero esta estimación resulta dificultosa cuando los animales son alimentados, total o parcialmente, mediante el pastoreo de forrajes, por todas las variables que influyen en este tipo de alimentación.

Con el objetivo de comparar estadísticamente tres metodologías para la estimación del consumo de bovinos en pastoreo, se realizó este estudio utilizando terneras Aberdeen Angus de biotipo chico (Frame Score 3), en dos grupos con distinto manejo del pastoreo en parcelas diarias, sobre una promoción de raigras.

En cada grupo de manejo de las terneras se realizaron, en invierno y primavera, 4 determinaciones del consumo de los animales mediante el método de cortes de la  oferta y del remanente, y con estimaciones de oferta y remanente obtenidas con el pasturómetro, y se compararon con el método de estimación a través del rendimiento animal, para el cual se realizaron pesadas de los mismos cada 14 días, determinando su aumento diario de peso vivo.

El análisis de la varianza para un nivel de confianza del 95,0 % indica que no hay diferencias estadísticamente significativas (p > 0,05) entre los métodos de energía (5,99 Kg.M.S./Dia) y cortes (6,96 Kg.M.S./Dia); pero sí difieren (p < 0,05)  estos dos métodos con respecto a las estimaciones realizadas con el pasturómetro (2,96 Kg.M.S./Dia).

Por lo tanto, bajo las condiciones en las que se desarrolló el presente estudio, los resultados obtenidos sugieren que:

  • Se puede estimar el consumo de materia seca de animales en pastoreo en franjas diarias por el método indirecto de la diferencia de forraje calculada mediante cortes, en una superficie conocida antes y después del pastoreo, ya que este método tuvo una muy buena correlación con el método patrón de la energía neta o rendimiento animal.
  • No sería conveniente estimar el consumo mediante el empleo de un pasturómetro, porque la correlación entre este método y el de la energía neta fue baja.
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La inflación en los impuestos del agro

Hace casi 20 años se suspendió en la Argentina la corrección de los resultados a causa de la inflación para liquidar el impuesto a las ganancias. En efecto, a partir de 1992, por la convertibilidad, el índice aplicable es igual a 1, sin permitir entonces un ajuste al resultado fiscal. La gran mayoría de la población reconoce que los índices emitidos por el Indec no reflejan la realidad.

Algunos creen que se pretende obtener un beneficio o franquicia al reclamar el ajuste por inflación en la liquidación de los impuestos. Nada más alejado de las intenciones, pues sólo se busca liquidar sobre los resultados económicos reales obtenidos y no sobre los nominales o ficticios.

Si bien todas las actividades quedan afectadas por la situación actual, el agro resulta el más perjudicado. Los stocks, tanto de cereales como de hacienda -en especial invernada-, deben ser valuados al cierre de cada ejercicio al precio de plaza, siendo una exigencia exclusiva para quienes poseen productos primarios. Así nace la denominada «ganancia por tenencia», donde se paga impuesto aun cuando no haya transacciones de bienes, por el mero incremento del precio.

La inflación es sin duda el peor de los impuestos, el más injusto. Se produce una colisión con los principios esenciales de equidad y seguridad jurídica, premisas básicas en todos los tributos.

Esa supuesta renta es sólo parcial ya que el incremento del precio equivalente a la inflación del año será una ilusión óptica, un resultado ficticio, que en ningún caso debería pagar impuesto. Simplemente porque no existe esa renta. Se obliga a pagar un impuesto por una diferencia de valor entre el inicio y el cierre, cuando en muchos períodos es equivalente a la propia inflación general, sin contemplar la descapitalización del productor que debe hacer frente a esta carga fiscal distorsiva e injusta.

Como ejemplo: en un campo de 1600 cabezas de invernada en Buenos Aires, que valúa a precios de plaza su stock (30-6-2010) en $ 2.300.000 y valorizando la misma cantidad y peso al cierre (30-6-2011) es de $ 3.300.000, impacta con un impuesto de $ 350.000 ($ 1.000.000 de ganancia por tenencia por 35%), de los cuales $ 242.000 no corresponderían de contemplar una inflación estimada en un 30%.

Asimismo, sujetos con riquezas similares terminan obligados a pagar impuestos totalmente diferentes, según la conformación de su patrimonio. Además de la distorsión comentada, la venta de inmuebles rurales que fueran recibidos por herencia o adquiridos antes de 2000 y vendidos luego de la debacle económica obliga a tributar impuesto sobre ganancias que nunca existieron.

Desde ya que el contribuyente busca paliativos tales como la aplicación del régimen de venta y reemplazo, una reorganización societaria o simplemente la venta de las acciones, pero esas alternativas no siempre son aplicables y conllevan un riesgo.

Las deducciones que se permiten efectuar de la renta obtenida rigen con topes que no varían en el tiempo y sumadas a la tabla utilizada para la determinación del impuesto, en los hechos distorsionan su esencia, exigiendo una tasa efectiva mayor al 35%. Los saldos a favor que el contribuyente pudiera utilizar para cancelar otros impuestos quedan a valor nominal sin posibilidad alguna de actualización, lo cual también es inequitativo.

Existen causas judiciales planteadas en 2002 que 9 años después están viendo la luz, cuando los magistrados fallan en contra de manifiestas confiscatoriedades demostradas mediante la presentación de pericias contables contundentes. Sin embargo, ello es aplicable sólo en reclamos judiciales particulares. Considero entonces que la única solución de fondo es cambiar la legislación y resolver esta temática que hace estragos al vaciar la cuota de razonabilidad que debe primar en todo sistema tributario.

Ver más: Geoconsulting

El alto peso de los ganados hizo que los precios al kilo se ajustaran a la baja

El mercado de reposición tuvo un trámite lento pero firme en la venta de las categorías de invernada, este miércoles en la 103 edición del remate de Plazarural. El alto peso de los ganados hizo que los precios al kilo se ajustaran a la baja. El remate continuará hoy, desde la hora 9 en el Carrasco Yatch Club, con la oferta de hembras, ganados de cría y ovinos.

El presidente de Plazarural, José de Freitas, comentó a El Observador que «fue un remate como el que esperábamos. Arrancamos con los terneros, que estaban muy pesados y podían ser considerados ganados de sobre año (solo un lote pesaba menos de 140 kilos), el 35% de esta oferta pesaba más de 200 kilos».

En el mismo sentido agregó que «el 25% de los novillos de 1 a 2 años pesaban más de 300 kilos».Los precios obtenidos fueron: 2.728 terneros US 2,70, US 2,00 y US 2,24; 358 terneros y terneras US 2,12, US 1,90 y US 2,004; 1.120 novillos de 1 a 2 años US 1,976; 788 novillos de 2 a 3 años US 1,95, US 1,80 y US 1,88; 350 novillos de más de 3 años US 1,885, US 1,715 y US 1,813; 251 novillos Holando US 1,70, US 1,38 y US 1,44; y 1.384 vacas de invernada US 1,68, US 1,50 y US 1,608.

De Freitas señaló que «el trámite del remate fue más lento que remates anteriores, pero a la vez fue firme». Destacó que «los vendedores se adaptaron a los nuevos valores del mercado. No hubo compradores de lotes, lo que nos dejó muy conformes. Mucha gente se llevó lotes chicos».

Ver más: Agroclipping

EXPOAGRO NORTE : LA MAYOR MUESTRA DEL CAMPO LLEGA A SALTA

El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, presidirá hoy la apertura de la Expoagro Norte, el primer retoño de la gran muestra del campo argentino. Enfocada en el potencial del agro en el norte del país, esta exposición contará –como en su edición pampeana– con cultivos, maquinaria en movimiento y más de 100 stands de empresas ligadas al sector.

La Expoagro Norte abrirá sus puertas hoy a las 16 y se extenderá hasta el domingo en el Centro de Convenciones de Salta y la vecina escuela agrícola General Güemes, a pocos kilómetros del centro de la ciudad. La impronta regional se verá en cultivos como tabaco, poroto, hortícolas, frutales tradicionales y tropicales y producciones andinas. También habrá demostraciones de maquinaria en vivo y grandes remates de vacunos y caballos criollos.

“Se ofrecerá un estilo reconocido en un nuevo escenario productivo, que no sólo tiene cada vez mayor protagonismo en cereales y oleaginosas sino también la particular vigencia de sus cultivos regionales”, prometieron los organizadores.

Ver más: iEco

El IPCVA propició la primera exportación de carne vacuna hacia China

Buenos Aires, 16 de noviembre de 2011.-Con el objetivo de potenciar el trabajo realizado por el Estado Nacional, tras la apertura del mercado de China, el IPCVA propició la primera exportación de carne vacuna hacia ese país en el marco de una serie de acciones de promoción que se encuentra realizando en las ciudades de Shanghai y Beijing.
El pasado 14 de noviembre el Instituto realizó, en colaboración con el Consulado Argentino, una cena en el restaurante “El Obelisco” de Shanghai en la que participaron más de 120 potenciales importadores, propietarios de restaurantes y prensa especializada, como el “Oriental Morning Post” y el “City Weekend”
Continuando con esa acción, a partir del miércoles 16 y hasta el viernes 18, el IPCVA participa con un stand en la feria “Food and Hotel China”, donde los visitantes disfrutan de la calidad de la carne vacuna argentina mediante degustaciones que se realizan a diario.

Por último, después de una segunda cena para importadores, que se llevará a cabo el 21 en Beijing, entre el 22 y el 26 de noviembre se realizará la “semana de la carne argentina” en el restaurante “El Obelisco” de esa ciudad, una de las más populosas y de mejor poder adquisitivo.

Miguel Schiariti, Vicepresidente del IPCVA, destacó desde China “la importancia del trabajo en conjunto entre el sector público y el privado para la concreción de objetivos a largo plazo que redundarán en beneficios para el país y consolidan la presencia de nuestras carnes en los mercados más exigentes”.
El IPCVA realizó en 2005 las primeras acciones en China, con el objetivo de acompañar el proceso de apertura de este mercado y difundir en el sector trade (importadores, distribuidores y sector mayorista) las cualidades de la carne vacuna argentina en un mercado que evidenciaba una clara tendencia a la incorporación de nuevos productos a sus hábitos alimenticios en la medida en que crecía su población urbana.
Desde ese momento el Instituto afianzó su presencia en ese mercado a partir de la participación en la “Feria Internacional SIAL CHINA”, en misiones comerciales y en visitas oficiales, organizadas por la Cancillería Argentina, el Ministerio de Agricultura de la Nación y el SENASA, y acompañando las acciones de promoción de alimentos argentinos realizadas por la Embajada Argentina en Beijing y el Centro de Promoción Comercial en Shanghai.
El Instituto inicia ahora una nueva etapa en sus acciones de promoción con el objetivo de posicionar nuestras carnes a nivel de los consumidores de uno de los mercados de mayor crecimiento del mundo.
Ver más: Conexión Rural

El peso de faena aumento 10% en dos años

Los altos precios pagados por la hacienda hicieron que los productores
agregaran kilos a las vacas para aumentar el rendimiento por cabeza y así
eficientizaran la producción nacional. De esta forma, el mercado logró concretar
algo que antes era una reglamentación oficial que pocos querían cumplir. Según el último informe de hacienda de la asociación de productores Aacrea, se matan menos animales pero el peso de faena aumentó 10% en promedio.

«Si bien este aspecto es muy positivo para la cadena ya que cada vez se
obtiene mayor cantidad de carne por animal y se logra un mejor aprovechamiento
del recurso hacienda», expresa la entidad, «la escasez hace que este aspecto
quede casi inadvertido».

Gracias al aumento del peso de faena, según los datos de la cámara de la
industria Ciccra, la producción de carne cae menos que la faena medida en
cantidad de cabezas. La relación es de 33% de baja en la faena en los últimos
dos años contra 28,2% de merma de la producción.

Cuando los novillos valían casi tres veces menos que ahora, en julio de 2009,
la entonces Secretaría de Agricultura dio marcha atrás con una reglamentación
que disponía el incremento del peso de faena en 20 kilos, llevándolo a 280. En
ese momento la sequía seguía impactando en varias zonas ganaderas argentinas y
esa fue la explicación oficial de levantamiento de la norma, tras el reclamo
formal de la Comisión de Enlace que sigue nucleando a las cuatro entidades
agrarias.

La medida fue postergada, y el aumento gradual del peso de faena se concretó
con 180 días de demora, hasta alcanzar los 300 kilos, una meta que hoy se cumple
gracias a los buenos precios del ganado.

Ayer, los valores promedio en el mercado de hacienda de Liniers eran de $ 9,4
por kilo para los terneros y de $ 6.7 por kilo para las vacas, una suba del 168%
y del 346% respectivamente, con relación a los valores de mediados de 2009.

Los precios explican también otra tendencia positiva en la industria de la
carne: la caída de la participación de las hembras en el total de la faena.
Según Ciccra, mientras esta participación osciló entre el 40,3% y el 49.7% en
2009, ese porcentaje cayó a un promedio de 38,4% en los primeros ocho meses de
2011, «en un proceso de retención de esta categoría que ya cumplió dieciséis
meses ininterrumpidos», explica la entidad.

Para Aacrea, «si bien la baja participación de hembras provoca que la escasez
de carne sea aún más aguda, es lo que asegura que el proceso de recomposición
del rodeo está en marcha desde hace un año».

Ver más: Cuenca Rural