El proceso permite determinar los ingresos, erogaciones y resultados para una campaña agrícola, en base a un planteo técnico y su valorización económica.
Las variantes tecnológicas de los cultivos se vuelcan al sistema mediante “recetas” que detallan los insumos a aplicar, las labores a realizar y el momento de su ejecución. Estas “recetas” son independientes de la campaña agrícola, de modo que la base del planeamiento para un ciclo consistirá en establecer la superficie a sembrar para cada cultivo y la tecnología asociada. El programa determinará los requerimientos de insumos y labores, así como la producción esperada.
La valorización se realiza asociando listas de precios al planteo técnico analizado. Las listas de precios valorizan los insumos, las labores y la producción para determinar un resultado esperado.
Los distintos planteos técnicos se identifican mediante versiones o escenarios para una campaña. Las listas de precios pueden representar valores más optimistas o pesimistas, y se asocian a las versiones para evaluar su impacto económico y sensibilidad.
El proceso de planeamiento realizado mediante el sistema de gestión tiene varias ventajas, entre las que se destacan:
- la simplicidad de ejecución, que se basa principalmente en la determinación de la superficie a sembrar de cada cultivo en una campaña agrícola;
- la facilidad para analizar diferentes escenarios, copiando una versión a otra y modificando las superficies.
- la separación de los planteos técnicos de las listas de precios, evaluando la sensibilidad económica de las diferentes versiones.
- la trazabilidad de los resultados mediantes las recetas que representan las tecnologías de cultivos y la valorización a través de listas de precios.
Los resultados del planeamiento permiten generar el presupuesto económico correspondiente al planteo productivo, los requerimientos de insumos y la asignación de las superficies de los lotes a los cultivos.