El desarrollo de la actividad azucarera argentina es el propósito principal de un plan de financiamiento que incluye un aporte de U$S 110 millones, más otros U$S 30 que aportaría el sector privado. Se trata del Programa para incrementar la Competitividad del Sector Azucarero del noroeste de Argentina (Proicsa), impulsado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), que tiene como objetivo promover la competitividad de la industria azucarera del NOA.
El titular del Prosap, el tucumano Jorge Neme, y el ministro Coordinador, Jorge Gassenbauer, explicaron a LA GACETA que los fondos se destinarán a ingenios, para la construcción de nuevas destilerías de bioetanol o amplíen las existentes y para que instalen plantas de tratamiento de efluentes y realicen otras gestiones ambientales.
También apuntarán a una mejora en la molienda y la fabricación de azúcar, y para la instalación de nuevos sistemas de riego tecnificado que aumenten la productividad de los cañaverales. También apuntarán al fortalecimiento de la estructura productiva y comercial de los pequeños productores de caña de azúcar con menos de 50 hectáreas. El préstamo tiene cuatro años de plazo para su ejecución; cuatro años de gracia y 12 años para la amortización, a una tasa del 3,5% anual en dólares.
Neme destacó la buena disposición de los ministros de Agricultura, Julián Domínguez, y de Planificación Federal, Julio de Vido, para la concreción de esta iniciativa.
“Evaluamos que había que atender un grupo importante de pequeños productores cañeros de Tucumán, que tenían un problema social, ambiental y productivo. En segundo lugar, nos planteamos mejoras en la estructura industrial de los ingenios. Luego, incorporamos el tema de la producción de etanol y el manejo sustentables de los efluentes, y el último aspecto tiene que ver con la incorporación de riego tecnificado para mejorar la productividad del cañaveral”, explicó Neme. “Se trata de un extraordinario antecedente para un crédito sectorial, para que el sector vea que es posible obtener financiamiento de inversiones a largo plazo, y en la medida de que se ejecute en tiempo y forma y con la calidad necesaria, es posible que se abra una ventanilla de financiamiento para inversiones casi permanente”, anticipó el funcionario nacional.
Por su parte, Gassenbauer resaltó que no hay posibilidad de conseguir hoy mejores créditos en el mundo. “Vamos a tener exigencias si queremos que las inversiones se hagan todo con última generación. Se busca achicar la brecha técnica de la industria tucumana, que viene con 20 años de desinversión”, subrayó.
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