El nuevo mes no trajo cambio de tendencia para los futuros de la soja en el mercado de Chicago. Si bien el contrato más activo de la oleaginosa terminó a u$s 432 la tonelada, un dólar por debajo del cierre previo, durante la rueda marcó su valor más bajo desde el 12 de octubre de 2010: u$s 429 la tonelada.
A ese piso llegó la soja en momentos en que se difundían informes sobre el buen clima y el avance de la cosecha sojera en Estados Unidos. No obstante, en esa posición de sobreventa, los fondos especulativos volvieron a adquirir posiciones y llevaron a que la soja cotizara en u$s 437 la tonelada, aunque finalmente el cierre la encontró por debajo de la clausura anterior.
Anoche, en la rueda continua, la retracción se profundizaba: el contrato a noviembre cotizaba en u$s 431 la tonelada.
En ese contexto, y aunque el Gobierno desestime la preocupación (ver aparte), la pronunciada baja de la soja (que supera el 19% desde los máximos en tres años alcanzados a fin de agosto), amenaza con afectar la economía argentina por dos frente: el fiscal, mediante una caída en los ingresos que recauda la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) vía retenciones a las exportaciones, y el comercial, a través de una reducción del superávit comercial y, por lo tanto, una menor oferta de dólares para abastecer el mercado interno en momentos en que la fuga de capitales parece no ceder y rondará los u$s 17.000 millones durante este año, según estimaciones privadas.
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) expuso distintos escenarios sobre la base del posible comportamiento de precios en los próximos meses, a partir de una comparación con lo sucedido durante y luego de la crisis financiera de fines de 2008.
Por empezar, destacó los valores actuales están por encima del promedio de los precios acumulados en 12 meses desde enero de 2009 hasta la actualidad. Ese valor gira en torno a u$s 423 la tonelada.
Respecto al mediano y largo plazo, habla de tendencia alcista. Y sobre los efectos locales del bajón de precios, sostiene que el valor implícito de la soja para el Presupuesto 2012 se ubica en u$s 415 la tonelada. El Iaraf sostiene que ese valor puede inferirse como el oficial sobre las cifras provistas por el proyecto de Presupuesto 2012 para el Fondo Federal Solidario (que coparticipa 30% de las retenciones que tributa la exportación de oleaginosa y derivados), junto a las estimaciones para la producción local (en torno a 53 millones de toneladas) y exportaciones sojeras del Usda para la campaña 2011/12.
Esto demostraría una actitud prudente en la elaboración del presupuesto, con una previsión muy cercana al promedio de los precios en 2009 y 2010 (US$ 415 y US$ 409 respectivamente). El precio promedio para 2011 a septiembre fue de US$ 520, aunque como se dijo desde mediados de este último mes se observaron fuertes caídas.
Con esos criterios, el Iaraf consideró que en el peor escenario, los ingresos fiscales por esta vía se reducirían cerca de 20% respecto a 2010.
El trabajo puntualizó, además, que en la crisis de 2008 el valor promedio cayó 20% respecto de sus valores precrisis, aumentando luego fuertemente desde mediados de 2010.
Si esto se repitiera en el actual escenario, el precio podría nuevamente acercarse a un valor similar al que se infiere a partir del proyecto de presupuesto el cálculo determina US$ 416, consideró.
Con ese precio estimado, el peor escenario y si la campaña sojera 2011/12 arroja finalmente una producción de 53 millones de toneladas, la retenciones al complejo sojero se ubicarían en torno a u$s 6.800 millones.
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