El trigo OGM sería una de las novedades más importantes para el cereal

CHAMPAIGN, Illinois (De un enviado especial).- El trigo volvió a estar en la mira de Monsanto. Hace unos años, la empresa abandonó el programa para desarrollar un trigo transgénico por la oposición que surgió al tratarse de un cultivo con destino directo a la alimentación humana. Pero, según los directivos de la firma, ahora fueron los propios productores norteamericanos los que le solicitaron que se reanudasen las investigaciones.

De concretarse el trigo OGM sería una de las novedades más importantes para el cereal dado que la mejora genética del cultivo hasta el momento se viene concretando por el breeding, pero no por la transgénesis. No obstante, el responsable del área de tecnología de Monsanto, Robb Fraley, explicó que el genoma del trigo «es muy complejo», por lo cual el desarrollo final del cultivo OGM no será en el corto plazo.

Otras plataformas

Los biocombustibles también forman parte de la carpeta de investigaciones. Según explicaron en Monsanto, se está trabajando en un híbrido de maíz con menor cantidad de lignina para favorecer su conversión en etanol. Otros cultivos que también traerán novedades en los próximos años serán el algodón y la caña de azúcar, en ambos casos se busca que tengan mayor resistencia a enfermedades e insectos. Además, se está trabajando en un algodón resistente a sequía.

La otra gran plataforma son los vegetales. Uno de los desarrollos es el de un melón más dulce y más pequeño que el actual. Además, se han detectado los genes de interés en brócoli, pepinos y tomate.

A todo esto, Jesús Madrazo, líder del área de negocios internacionales de Monsanto, reconoció que una de las mayores amenazas para lograr avances científicos es la falta de conocimiento de algunos sectores de la sociedad sobre la biotecnología. «Hay que realizar una labor de educación intensa porque el desconocimiento sobre la tecnología puede afectar la habilidad de la agricultura para avanzar en su desarrollo», sostuvo..

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Molienda de granos récord en Santa Fé

En el primer semestre del año, la molienda de granos en plantas procesadoras instaladas en Santa Fe aumentó un 11,7 por ciento en el primer semestre de este año, con relación a igual período de 2010, y alcanzó un récord de 18,1 millones de toneladas.

 Así, en seis meses Santa Fe produjo 3,4 millones de toneladas de aceite de soja (12,7 por ciento más que en 2010), aunque en el segundo trimestre “el desempeño sectorial se vuelve negativo, ya que junio presentó una caída interanual del 10 por ciento”, según un informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).
   
   ”Un conjunto de importantes proyectos de inversión de carácter netamente industrial, actualmente” se encuentran “en etapa de ejecución en el territorio provincial”, sostuvo Fisfe.
   
   Agregó que “tienen por objeto la producción de aceites y otros subproductos del complejo oleaginoso, biocombustibles, energía, insumos siderúrgicos, barcazas, vehículos automotores y aparatos de uso doméstico, entre otros”.
   
   Sostuvo que se “pone de manifiesto una vez más el papel fundamental de la industria en el desarrollo económico provincial”.
   
   Sobre el sector lácteo, uno de los pilares de la economía local, Fisfe indicó que las usinas presentan buena evolución “desde mediados del año anterior”.
   
   A julio procesaron 11,5 por ciento más que en los primeros siete meses de 2010.
   
   En cuanto a la industria frigorífica, el informe sostuvo que “mantiene indicadores negativos”.
   
   Fisfe explicó que en Santa Fe la faena bovina acumulada este año a julio registra una retracción de 13,1 por ciento con relación a igual período de 2010, y de 33 por ciento con respecto a 2009.
   
   En julio, con sólo 136.000 animales faenados, se evidenció una nueva caída del 19,1 por ciento interanual.
   
   También precisó que “en defensa de un país que posea un aparato productivo industrial de matriz diversificada, sustentable y capaz de potenciar las cadenas de valor”, la Fisfe replanteó “10 puntos para seguir agregando valor santafesino”.
   
   El planteo que la Federación ya presentó a candidatos de la provincia señala la necesidad de “integración efectiva” no sólo de lo público y lo privado, sino de “coordinaciones” entre la Nación, la provincia y los municipios.

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Más maíz y mejor agricultura en NOA

SALTA.- De la mano de la genética, el mayor conocimiento del ambiente y un buen manejo, el maíz avanza a paso firme en el noroeste argentino (NOA). El potencial de la región es altísimo: puede llegar a los 15.000 kilos por hectárea. Esta y otras conclusiones fueron expuestas durante la quinta jornada que la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) organizó en la ciudad de Salta.

Ezequiel Moreno, asesor del grupo Lajitas, dijo que el avance tecnológico es muy grande. «Hoy la oferta genética es amplia y diversa», señaló. Gracias a esto, se alcanzó una ganancia en la productividad del 20%, en los últimos años.

«Por su condición climática, la zona tiene aptitud maicera y podría alcanzar entre 10 .000 y 15.000 kilos por hectárea. Ya hay ensayos que superan ese número», dijo Moreno. Sin embargo, la brecha entre la capacidad y los rindes reales todavía es alta. En promedio, se llegó a los 5500 kilos por hectárea. De todos modos, es muy buen dato, ya que de 1970 a 2000 el crecimiento fue, en promedio, de 90 kilos por año.

En tanto, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, presente para inaugurar la jornada, destacó el nivel de crecimiento de la actividad, a pesar de las dificultades relacionadas con el problema del intercambio, y agregó: «Mucho más allá de las políticas erráticas que se tomen, el futuro es auspicioso».

Ramiro Costa, economista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, expuso los beneficios económicos que trajo la cadena de valor del maíz: «Sólo en Salta, el incremento de dinero generado por la producción de maíz fue de 36 millones de dólares, de 2009 a 2010».

Durante la jornada también se expusieron las limitaciones que tiene que sortear el productor para crecer y ser sustentable. El presidente de Maizar, Santiago del Solar, dijo: «Si se destrabara la comercialización de los granos, podríamos producir más maíz y tener una mejor agricultura, con rotación de los cultivos y la generación de una mayor cantidad de empleos». Según Del Solar, los descuentos provocados por la distorsión del sistema giran en torno de los 60 dólares por tonelada, cifra que el productor deja de percibir.

Esta realidad atenta también contra la sustentabilidad. La recomendación de los técnicos es que el 35% del área sembrada se rote anualmente con maíz. Hoy, el promedio alcanza al 19%. Si bien aumentó, todavía está lejos del ideal. Los productores siguen prefiriendo la seguridad comercial que otorga la soja.

Del Solar señaló que Salta tiene una enorme capacidad para producir carne a través de la transformación local del maíz. «Con el costo del flete a Rosario en torno de los $ 280 por tonelada, es importante incentivar la transformación local del cereal en carnes o en otros productos, como el etanol», señaló.

La industria

De a poco, las industrias complementarias de la producción de maíz van acompañando el proceso de crecimiento. Por ejemplo, durante la jornada se presentaron dos proyectos que agregan valor a la materia prima y contribuyen a producir un efecto derrame mayor. Uno de ellos ya está en marcha; se trata de la empresa La Francisca, que produce de manera integral carne de cerdo. En 2005, comenzó con 50 madres y hoy tiene un frigorífico que abarca el desposte y la elaboración de subproductos con cuero y grasa.

En el mismo sentido, se formó Indagro, una sociedad comercial de productores agropecuarios que se juntaron para procesar el maíz y convertirlo en etanol. Está planificando la construcción de una planta para procesar 250.000 toneladas de maíz por año (un 40% de la producción de ese cereal en Salta) y que debería estar en actividad en 2014. Calculan, para dicho fin, una inversión de 40 millones de dólares.

Por último, el economista Carlos Melconian destacó la importancia del sector. «En los últimos cuatro años, se fugaron 70.000 millones de dólares», y agregó que la Argentina no se derrumbó gracias a que el sector agroindustrial, en el mismo período, hizo ingresar al país 98.000 millones de dólares.

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