El precio de la soja de la próxima cosecha se negoció con leves mejoras

El precio de la soja de la próxima cosecha se negoció ayer con leves mejoras en el mercado local, donde la mercadería disponible se mantuvo estable. Este cierre, sin embargo, contrastó con el balance negativo de la jornada de negocios en la Bolsa de Chicago, producto de nuevas ventas de los fondos de inversión.

Por tonelada de soja con entrega inmediata, las fábricas ofrecieron 1350 pesos en las terminales de San Martín, Punta Alvear, San Lorenzo y de Ricardone, sin variantes.

La soja de la cosecha 2011/2012 se cotizó a 328 dólares por tonelada en San Martín y en Arroyo Seco, con un alza de 3 dólares. El mismo valor fue propuesto en Bahía Blanca, donde implicó una ganancia de un dólar. La oleaginosa nueva también subió un dólar en Timbúes y en General Lagos, donde la demanda pagó 326 dólares, y en Necochea, donde el precio fue de 324 dólares.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) las posiciones noviembre y mayo de la soja subieron US$ 0,60 y 0,10, mientras que sus ajustes fueron de 337,50 y de 329,90 dólares por tonelada.

Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron bajas de US$ 1,38 y de 0,92 sobre los contratos septiembre y noviembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 517,08 y de 521,12 dólares por tonelada.

Tras varias semanas con saldo positivo, en las que las materias primas agrícolas acumularon fuertes ganancias, las últimas tres ruedas de negocios fueron mayormente bajistas. Esto no tuvo que ver con factores propios del mercado agrícola, sino con las ventas concretadas por los fondos de inversión, que han optado por tomar ganancias en medio de la incertidumbre que les genera la crisis financiera que domina el escenario económico en los Estados Unidos y en la Unión Europea.

Entre los efectos de la mencionada crisis financiera, el dólar recuperó mucho terreno frente al euro. Ayer, la relación entre ambas monedas pasó de 1,4098 a 1,3885. El petróleo aportó también a la corriente bajista, al caer de 89,34 a 89,05 dólares por barril.

Cereales y girasol

En el mercado local de maíz, la jornada volvió a transcurrir sin ofertas abiertas por parte de la exportación. Según fuentes del sector comercial, la demanda habría propuesto hasta 175 dólares por el cereal de la próxima cosecha en las terminales ubicadas sobre el Paraná.

Los consumos, en tanto, pagaron $ 645 por tonelada de maíz en Baradero; $ 620 en Clason, y $ 605 en Chacabuco. En el Matba, las posiciones diciembre y abril del maíz se mantuvieron sin cambios, con ajustes de 167,50 y de 176 dólares por tonelada.

En Chicago, los contratos septiembre y diciembre del maíz retrocedieron US$ 5,22 y 5,51, mientras que sus ajustes resultaron de 284,73 y de 288,96 dólares por tonelada.

La incertidumbre de los inversores ayer también tuvo que ver con los anuncios que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, haría tras el cierre de los mercados, con el objetivo de generar puestos de trabajo. Ante este tipo de anuncios, hechos fuera del horario de la rueda habitual, los inversores prefieren tomar ganancias y evitar riesgos.

Acerca del trigo, los exportadores ofrecieron ayer 170 dólares por tonelada de cereal con entrega 11% de proteína, ph 78 y entre el 15 y el 30 del mes próximo, sin cambios.

El trigo de la nueva cosecha, sin exigencias específicas de calidad, se negoció a 175 dólares por tonelada en Bahía Blanca. En General Lagos, el cereal con 11% de proteína y ph 78 osciló entre 168 y 170 dólares. En el Matba, la posición enero perdió un dólar y cerró con un ajuste de 170 dólares por tonelada.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los molinos ofrecieron entre 700 y 900 pesos por tonelada de trigo, según calidad y procedencia de la mercadería, con pago a los 70 días.

En Chicago y en Kansas, el contrato septiembre del trigo bajó US$ 2,02 y 6,61, en tanto que su ajuste resultó de 260,61 y de 302,77 dólares por tonelada, respectivamente.

Sin cambios volvió a negociarse el girasol en el mercado disponible. La demanda pagó $ 1260 en Rosario, San Lorenzo y en General Deheza; $ 1240 en Necochea, y $ 1235 en Bahía Blanca. El girasol de la próxima cosecha se mantuvo estable en los puertos del sur de Buenos Aires, en 310 dólares por tonelada.

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El trigo espera lluvias y el área maicera aumenta un 10%

La Bolsa de Rosario estima una producción de 12,5 millones de toneladas de trigo, manteniendo el potencial pero con una necesidad creciente de lluvias. Mientras que para el maíz, subiría en un 10% el área a sembrarse respecto de la superficie del ciclo anterior, con un potencial de cobertura de 4,3 millones de hectáreas para esta campaña.

La Guía Estratégica para el Agro (GEA) acaba de lanzar su nueva estimación mensual nacional para los cultivos de trigo y maíz. En trigo se percibe un escenario de creciente expectativa por las lluvias que no se presentaron en agosto ni tampoco en la primera semana de septiembre.

Si bien en general se mantiene la buena condición, empiezan a aparecer zonas en principios de sequía y en algunas el trigo entra en principios de sus fases reproductivas. Ante las próximas etapas claves, se mantiene en miras una producción de 12,5 millones de toneladas en función de un rinde promedio de las últimas cinco campañas de 28 qq/ha.

En cuanto al maíz, son muy escasas las labores de implantación de este cereal. Si bien hay un potencial de cobertura de 4,3 millones de hectáreas para esta campaña, que representa un aumento del 10% respecto de la superficie del ciclo pasado, su concreción dependerá de la ocurrencia de lluvias generalizadas.

Ver más: Cuenca Rural

Molienda de granos récord en Santa Fé

En el primer semestre del año, la molienda de granos en plantas procesadoras instaladas en Santa Fe aumentó un 11,7 por ciento en el primer semestre de este año, con relación a igual período de 2010, y alcanzó un récord de 18,1 millones de toneladas.

 Así, en seis meses Santa Fe produjo 3,4 millones de toneladas de aceite de soja (12,7 por ciento más que en 2010), aunque en el segundo trimestre “el desempeño sectorial se vuelve negativo, ya que junio presentó una caída interanual del 10 por ciento”, según un informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).
   
   ”Un conjunto de importantes proyectos de inversión de carácter netamente industrial, actualmente” se encuentran “en etapa de ejecución en el territorio provincial”, sostuvo Fisfe.
   
   Agregó que “tienen por objeto la producción de aceites y otros subproductos del complejo oleaginoso, biocombustibles, energía, insumos siderúrgicos, barcazas, vehículos automotores y aparatos de uso doméstico, entre otros”.
   
   Sostuvo que se “pone de manifiesto una vez más el papel fundamental de la industria en el desarrollo económico provincial”.
   
   Sobre el sector lácteo, uno de los pilares de la economía local, Fisfe indicó que las usinas presentan buena evolución “desde mediados del año anterior”.
   
   A julio procesaron 11,5 por ciento más que en los primeros siete meses de 2010.
   
   En cuanto a la industria frigorífica, el informe sostuvo que “mantiene indicadores negativos”.
   
   Fisfe explicó que en Santa Fe la faena bovina acumulada este año a julio registra una retracción de 13,1 por ciento con relación a igual período de 2010, y de 33 por ciento con respecto a 2009.
   
   En julio, con sólo 136.000 animales faenados, se evidenció una nueva caída del 19,1 por ciento interanual.
   
   También precisó que “en defensa de un país que posea un aparato productivo industrial de matriz diversificada, sustentable y capaz de potenciar las cadenas de valor”, la Fisfe replanteó “10 puntos para seguir agregando valor santafesino”.
   
   El planteo que la Federación ya presentó a candidatos de la provincia señala la necesidad de “integración efectiva” no sólo de lo público y lo privado, sino de “coordinaciones” entre la Nación, la provincia y los municipios.

Ver más: Dossier Agropecuario

La tierra es un recurso estratégico no renovable cada vez más escaso

El proyecto de ley de protección al dominio nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de las tierras rurales debe ser entendido dentro del contexto geopolítico mundial y regional, donde la presencia masiva de capitales financieros especulativos de diversos orígenes puede mermar a mediano y largo plazo las capacidades resolutivas de la Argentina o, por lo menos, condicionarlas.

Desde hace años asistimos a una carrera por la ocupación y el dominio económico de los espacios y de los territorios ricos en recursos naturales, y las capacidades productivas de nuestra tierra son muy consideradas por los capitales extranjeros.

El mundo llegó este año a los 7000 millones de habitantes con la misma dotación de tierras y aguas, en un contexto de crisis financiera del Occidente atlántico y fuerte crecimiento económico de casi toda Asia oriental, motorizado por China y la India.

Las presiones de la demanda mundial de alimentos deben ser encuadradas en un contexto geográfico tal como lo describe la FAO, en donde asistimos a un proceso de degradación de tierras, derivada de las actividades humanas del orden del 18 por ciento. Por ejemplo, desde 1945 hasta la fecha, Europa perdió el 23 por ciento de sus tierras cultivables (1/4 del patrimonio del suelo en medio siglo).

También la FAO viene alertando desde hace 10 años sobre la gran contradicción entre la demanda de alimentos y la oferta de suelo cultivable, fenómeno que se está acelerando en las últimas décadas y que empieza a traducirse en la demanda de alimentos y en la presión de los países desarrollados sobre los emergentes para controlar los precios.

Parte de la identidad

La tierra es un recurso estratégico no renovable cada vez más escaso. La tierra no es una mercancía, es parte de nuestra identidad como pueblo, es de los hombres y mujeres que desde los pueblos originarios, los criollos y los inmigrantes se vinculan con ella de una manera mucho más profunda que la mera acción instrumental de su manejo.

Con este proyecto de ley se tiende a subsanar la falta de adecuados controles catastrales no sólo a nivel nacional, sino provincial y municipal, y estamos protegiendo más de 200 millones de hectáreas argentinas, asegurando que el 80 por ciento de la tierra apta para la producción de alimentos y servicios ambientales quede en manos de los argentinos.

Las decisiones nacionales sobre la titularidad, posesión y uso de las tierras rurales se inscribe dentro del derecho a la libre determinación de los pueblos, así como su derecho a la independencia económica, tal como lo establece el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, incorporado, con jerarquía constitucional, a nuestra Carta Magna (artículo 75, inciso 22) luego de la reforma constitucional del año 1994.

Nuestro proyecto limita la propiedad y posesión de las tierras rurales en manos de extranjeros siguiendo al derecho comparado y teniendo en cuenta los diversos proyectos sobre la materia presentados en el Honorable Congreso Nacional, y teniendo en cuenta legislaciones de países tales como Brasil, Estados Unidos, México y Canadá, entre otras.

Hoy asistimos, por el crecimiento sostenido de la población mundial, a la demanda de más alimentos. La oferta de tierra es cada vez más restringida. Queremos que la posesión y la propiedad queden en manos de los argentinos.

De no alcanzar un acuerdo con este proyecto de ley, seríamos dirigentes que no defienden lo que es propio. Sería el colmo del colonialismo, un colonialismo intelectual que le haría muy mal al país. Defender la tierra de los argentinos nunca puede ser considerado inconstitucional.

Alcance del proyecto
Entre otros aspectos el proyecto de ley propone:

  • Limitar la adquisición de tierras por parte de extranjeros a un 20 por ciento de los territorios nacional; este porcentaje se replica en las provincias y municipios.
  • Del total de las tierras en manos de extranjeros, no podrá haber más de un 30 por ciento en manos de una misma nacionalidad.
  •  Limitar la posibilidad de compra a 1000 hectáreas a extranjeros por persona física o jurídica. 
  • No tienen prevista retroactividad, por lo que no vulnera derechos adquiridos con anterioridad.

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