Los entrerrianos vuelven a apostar a la cría de ganado

Los productores que antes apostaron a la soja vuelven a ver una propuesta redituable. El precio de la carne retomó sus valores y reavivó las expectativas. Los productores entrerrianos vuelven a apostar a la cría de ganado, promovidos por la recuperación de los valores de las carnes. Hace tres años, en las subastas públicas de ganado en pie un kilo de novillo se adquiría a 3,60 pesos, mientras que hoy el costo ascendió a 9 pesos (la hacienda de invernada tiene un hoy un valor de entre 12 y 13 pesos cada kilo).

Desde la Cooperativa
La Ganadera General Ramírez, entidad reconocida por realizar remates de hacienda
en distintas localidades entrerrianas, aseguran que si bien las cifras de
animales comercializados decreció (cotejando las cifras de agosto de 2009 al
mismo mes de 2010 con las del mismo período en el ejercicio de 2010 – 2011), el
balance es muy positivo a partir de la recuperación de los precios de las
carnes. Además, poco a poco los productores que en su momento apostaron por la
siembra de soja, hoy retoman la cría de ganado seducidos por una actividad que
volvió a ser redituable.

Ramón Lenarduzzi es gerente de la cooperativa La Ganadera General Ramírez Limitada y en diálogo con UNO dio detalles del buen momento para el sector.
La cooperativa mencionada realiza cada jueves un remate de hacienda gorda y de invernada, con un ingreso promedio de 1.200 cabezas. Es una de las dos firmas consignatarias que operan en la localidad, entre ambas firmas el promedio de venta alcanza los 2.000 animales cada semana.

Vale destacar que en las últimas semanas se vio un poco reducido el ingreso de hacienda ya que sólo se pudo comercializar hacienda gorda, debido a la temporada de vacunación del ganado de invernada. A partir de esta semana se retoma la venta general de hacienda y a partir de allí se podrá observar el comportamiento de la oferta y la demanda.

“Hoy por hoy es importante la oferta de carne. Se produjeron abundantes precipitaciones en la región y por eso los productores con buenas praderas pudieron hacer reservas y trabajar bien el engorde de la hacienda”, dijo Lenarduzzi y aclaró que encuentran dificultad para conseguir hacienda de invernada, porque está muy costosa en relación a lo que hoy cuesta un animal de engorde.
“Los precios del animal gordo son satisfactorios, sobre todo si recordamos que dos años atrás los valores estaban muy caídos, un novillo estaba a 3,60 pesos el kilogramo. Hoy el productor paga el kilo de animal de invernada entre 12 o 13 pesos, mientras que el novillo
gordo se vende a 9 o 9,50 pesos por kilo”, expresó el empresario, al tiempo que destacó que por eso es necesario prestar atención a la nutrición y alimentación de éstos últimos para que los precios no se “escapen”.

En la región.
Lenarduzzi mencionó que las carnes de los frigoríficos de General Ramírez se comercializan en las distintas ciudades entrerrianas, en Santa Fe y Rosario, también en el norte, sobre todo en Formosa y un porcentaje muy pequeño se exporta.

Más de 83.000 animales
Entre los meses de agosto de 2010 y agosto de 2011, la cooperativa La Ganadera comercializó 83.000 cabezas, mientras que en agosto de 2009 y agosto de 2010 las cifras fueron 95.000.
“El secreto está en que la hacienda ha recuperado los valores que debía tener. Poco a poco también se está recuperando el stock porque la gente empieza a invertir en animales. El
productor con el que trabajamos generalmente es mixto, realiza agricultura y también ganadería, y de acuerdo a lo que en cada momento representa un negocio viable, es a lo que se vuelca”, comentó.

En ese sentido, aportó que “en los últimos tiempos lo redituable fue la soja, entonces los productores vendieron los animales y sembraron los campos,pero ahora esto está cambiando”, al confirmar la tendencia de un cambio de rumbo en las decisiones de los productores y sus perspectivas. De todos modos el gerente de la cooperativa consideró que la recuperación no se totalizará en dos años, sino que se dará en un proceso de entre cinco y seis años.

Datos
Entre agosto de 2009 y el mismo mes de 2010 la cooperativa con sede en Ramírez comercializó 95.000 cabezas. La entidad vendió entre agosto de 2010 y el mismo mes de 2011 83.000 animales. Si bien bajó el porcentaje de venta de la hacienda, aumentó el porcentaje promedio por cabeza y por lo tanto los valores fueron más altos.

Remates feria en la región
La cooperativa posee instalaciones de remates feria en General Ramírez, Nogoyá y Costa Grande. En María Grande realiza actividades de venta de ganado en pie en subastas públicas en el predio de la Sociedad Rural. La frecuencia de las subastas es semanal en General Ramírez y quincenalmente en ciudades como Nogoyá y María Grande.
Otra de las modalidades de comercialización es realizada directamente en el establecimiento de los productores, interviniendo los martilleros o personal especializado en ganadería perteneciente a la planta permanente de la cooperativa. En las ferias
de General Ramírez, Nogoyá y Costa Grande pueden ser utilizadas por los ganaderos de la zona para realizar los controles de peso de su hacienda.

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Cae el precio del novillo en los países vecinos

Un hecho nuevo para prestarle atención: cae el precio del novillo en los países vecinos. En Paraguay, debido al cierre de las exportaciones, baja más de un 30 por ciento, pero con pocos compradores a la vista y ganaderos que se resisten a vender.

En Brasil, un mercado en el que hasta hace pocos meses el novillo llegó a valer más que en Estados Unidos, ahora, después de la devaluación del Real, cotiza un 33 por ciento por debajo, incrementando de este modo su competitividad en el mercado internacional.

En Uruguay, la baja es importante, porque en este país, que destina el 70 por ciento de su producción al mercado externo, los cambios en la demanda internacional se reflejan rápidamente en el precio del ganado.

En Argentina, en cambio, a contramano de lo que sucede en el resto del Mercosur, el novillo ha aumentado de valor desde principios de la crisis. No cae hasta ahora el precio internacional de la carne, porque la oferta sudamericana es muy reducida.

A la Argentina esta crisis la toma con una oferta ganadera 13 por ciento más baja que el año pasado y 34 por ciento inferior a dos años atrás, con exportaciones declinantes que no alcanzan a significar más del 10 por ciento de la demanda total, y con un consumo incentivado por el aumento de sueldos privados y públicos, de asignaciones, jubilaciones, planes sociales, subsidios, etc.

Además, la oferta de ganado, con un feedlot que se está vaciando en forma temprana, está entrando en el semestre de menor disponibilidad, siendo las principales amenazas para estos precios extraordinarios -en moneda constante y en dólares- la erosión inflacionaria sobre el valor real del ganado, la competencia del pollo (39 kilos de consumo) y, en el mediano y largo plazo, la recuperación de la producción, que de acuerdo a los datos de la última vacunación, ya habría comenzado, pero que no se expresaría en un mayor volumen de carne hasta el 2013.

Consumo. Un frigorífico consumero, que vende carne en cortes o cuartos en todo el país, realiza una encuesta a través de sus vendedores para determinar a qué precios venden los diferentes cortes los carniceros tradicionales y las carnicerías ubicadas dentro de los súper «chinos», considerando que entre estos dos sectores venden el 65-70 por ciento de la carne del segmento minorista.

Y se encontró con que el margen promedio de utilidad bruta de los carniceros se ubicaba en el orden del 40 por ciento, a raíz de un corrimiento lento, pero continuo, en los precios al mostrador que se habría dado en los últimos meses y de un estancamiento o leve crecimiento de los precios mayoristas de la media res en el mismo período.

El margen bruto de un minorista se ha calculado históricamente en un promedio del 25 por ciento, y el alto margen que daría hoy esta encuesta sería consecuencia de que con volúmenes comercializados por boca declinantes, y costos de comercialización en alza (alquileres, luz, sueldos, fletes, envases) sólo se puede sobrevivir con márgenes superiores a los históricos.

La encuesta también encontró un volumen importante de pollo subsidiado a 9,50 pesos el kilo (sin menudos) en las mismas carnicerías, cuando hasta hace poco la oferta de este tipo de pollo se daba sólo a través de las grandes cadenas de supermercados.

Los carniceros encuestados consideraron que el bajo precio del pollo -y su abundante y generalizada oferta- le ponen un límite a nuevas y eventuales subas de la carne vacuna al mostrador.

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Sin excepciones se impuso demanda amplia y sostenida por los novillos

En condiciones similares a las vigentes en el ciclo precedente fueron concertadas esta semana las ventas de vacunos en el Mercado de Liniers, donde hasta el miércoles ingresaron 17.384 cabezas, frente a las 16.840 de igual lapso anterior. Sin excepciones, se impuso demanda amplia y sostenida por los novillos de parte de varios usuarios de planta que faenan para cortes destinados a restaurantes y hoteles, así como de empresas industrializadoras y ocasionalmente, de un supermercado que adquiere lotes destacados por calidad y tipo de terminación.

Con tal competencia, se obtuvieron $ 8,80/9,30 por livianos de 431/460 kg; $ 8,70/9,10 con 461/490 kg; $ 8,60/9 con 491/520 kg, y $ 8,40/8,90 con más de 520 kg. Con un peso medio de 486,07 kg, se colocaron 2322 novillos equivalentes a un moderado 13,41 por ciento del total vendido que explica la facilidad con que fueron adjudicados. En tanto, el Indice Liniers, de $ 8,691, indicó un repunte del 2,18 por ciento respecto del indicador último, $ 8,506 pesos.

Por vía directa se acordaban anteayer $ 16,50/16,60 por kilo de carne, con certificado, para lotes de hasta 490/500 kilos, proponiéndose no más de $ 16 por los de mayor peso. El tipo supermercado liviano, que el lunes podía colocarse hasta $ 16,70, se cotizó a $ 16,50.

Todas las clasificaciones de vacas, expuestas en cantidad inferior a la requerida por el sector frigorífico y otros compradores, pudieron comercializarse con tónica firme en valores muy favorables. Se obtuvo $ 7/8 por las de mejor conformación y $ 5,70/7 por las regulares, destacándose los máximos de $ 8,50 con 467 kg; $ 8,40 con 462 kg, y $ 8,22 con 583 kg.

Las haciendas del tipo consumo liviano representaron el 61,82% de la oferta, con notoria superioridad de terneros, que sumaron 5355 cabezas, equivalentes al 30,93% del total general.

Durante la venta, prevaleció demanda muy selectiva y exigente -la demanda sigue rechazando la hembra excedida en grasa- y los precios corrientes oscilaron del siguiente modo: en novillitos, $ 8,90/9,70 con 351/390 kg y $ 8,70/9,50 con 391/430 kg; en terneros, $ 9,60/10,30 por los especiales a buenos y $ 8,70/9,40 por los incompletos, y en vaquillonas, $ 8,50/9 con 351/390 kg, y $ 8/8,60 con 391/430 kg..

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